sábado, 3 de mayo de 2014

LA sociedad del olvido"

Había una vez en lugar del mundo olvidado, vivía un joven de escaza edad, el cual soñaba un día poder cambiar al mundo. Vivía en unas circunstancias de inseguridad y peligro.
Aquel joven vivía encerrado en una casa la cual le servía de protección para él y sus dos hermanos, ya que la sociedad en si iba en decadencia.
 ¡Había enfermedad de odio!, bueno eso se escuchaba decir en la noticias.
Quizá las personas se habían olvidado que existían los sentimientos, todo era frio, el amor se había extinguido y  parecía como si nadie supiera de su existencia.
Precisamente las personas habrán dejado de hacer lo que les gustaba, era como si estuvieran programados. Ya nadie se preocupaba por nadie, el morir se convertía en una manera fácil de terminarlo todo y por si fuera poco ya nadie podía procrear por que la peste abundaba en la sociedad.
En ese entonces escuchaba murmurar a las personas decir que era el final de todo, culpaban a los gobiernos, pero solo se excusaban a ellos mismos. Algunos no soportaban la pesada carga y optaban por la salida fácil, por así decirlo “el suicidio”. Pero ya no era raro, era normal ver a todos tan vacios que muchos preferían mejor no salir. Y ese es prácticamente mi caso, quedarme encerrado y ver los destellos de luz que se cuelan por un agujero de la lamina de mi casa, imaginando un mundo diferente, lleno de alegría y personas sinceras, las cuales están llenas de ilusiones, amor y en las almas mas frías dibujadas sonrisas o ese cosquilleo en el estomago que solían llamar amor, pero ya no con dolor si no todo lo contrario “lleno de felicidad”.
Pero está claro que eso ya jamás cambiaria y pensar esas cosas quizá sea el efecto de estar expuesto al destello de luz que se filtra en mi resistencia.
Un día todo cambio, creo que empeoro mi situación enferme de odio pase varios días llorando y cuestionando el porqué de la situación, hasta llegar a la conclusión de la cual borro mi existir. Pero hoy realmente creo poder haber hecho mas, quizá tanta cosa absurda que pensaba era un indicio que me incitaba a continuar con mi loca ideología de cambiar al mundo, lástima que sea tarde, quizá fui cobarde, pero la angustia y la soledad me ganaron y me orillaron a terminar con mi vida antes que terminar con la de los demás.
Al ver que todo había terminado, me sentí mas vacio que antes y comprendí muchas cosas que quizá no entendía muy bien, tal vez el odio que padecía era amor, aunque no sabía cómo interpretarlo por eso me sentía triste. Aunque quiera ya no puedo regresar.
“¡Si tan solo tuviera otra oportunidad!”
Fue en ese entonces que desperté de aquel sueño, lo más raro es que fue tan real que pude sentir todo lo que acontecía, pero como en cada sueño, a los cinco minutos de despertar se fue al olvido y seguí siendo el mismo, el arrogante, egocéntrico, creído y charlatán de siempre.                        




No hay comentarios:

Publicar un comentario